Lo que se dice buen tiempo, hubo, pero lo que se dice llover, llovieron tollinas hasta del público (que se lo digan al arbi, ARBI CABRÓN!).
Finalmente, y en un ataque fortuito (de pura chorra), va el tontainas del ogro del otro equipo y se pone ha rascarse el culo mientras miraba el cielo con cara de nada y va el Pichoncito en un valiente y potrudo ataque y hale, camino libre para T. escuern con su segundo y definitivo touchdown.
En fin, las apuestas una vez más se equivocaron, y ahora tendrán que pagarlo con las articulaciones de las rodillas...”
Lo que se dice buen tiempo, hubo, pero lo que se dice llover, llovieron tollinas hasta del público (que se lo digan al arbi, ARBI CABRÓN!).
Finalmente, y en un ataque fortuito (de pura chorra), va el tontainas del ogro del otro equipo y se pone ha rascarse el culo mientras miraba el cielo con cara de nada y va el Pichoncito en un valiente y potrudo ataque y hale, camino libre para T. escuern con su segundo y definitivo touchdown.
En fin, las apuestas una vez más se equivocaron, y ahora tendrán que pagarlo con las articulaciones de las rodillas...”