“Y sucedió lo que tenia que suceder, junta sobre el terreno de juego unas ratas diezmadas por su último encuentro, y unos orcos sedientos de sangre y con posibilidades de proclamarse campeones de invierno...el resultado será siempre el mismo...CRUJIDA EXTREMA¡¡¡¡¡
Al final del partido solo quedó una rata en el campo, hasta el goblín Sanguijuela tuvo su momento de gloria cuando aplasto la cabeza al corredor estrella adversario.
Ha sido un partido controlado por los pieles verde en todo momento, excepto un par de turnos de incertidumbre al final de la primera parte, donde las ratas dieron la sensación de poder igualar el encuentro.
Divertido, muy divertido, al final faltaron ratas que crujir.”