“Pese a que los elfos son oscuros y, por ende, malvadillos, si otro jugador te propone un partido entre elfos uno, al ver que su oponente pierde dos jugadores para ese encuentro y por el bien del juego (vamos, que le hace un recover en toda regla), se decide a optar por jugar con su equipo "menos bueno", pese a que el oponente goza de gran ventaja.

Pero lo más curioso es que los malvadillos no hacen falta por orden de su entrenador hasta que, ¡sorpresa!, el contrario comienza una guerra de pisoteos... Y ya se sabe, no empieces una guerra que no vas a ganar...

El resultado salta a la vista: muchas faltas por mi parte, muchos heridos y mucha mala leche, pero dentro de lo lógico. Y por lógico, entiendo, queda el no faltear en octavo turno cuando to el pescao está vendío (cosa que el contrario, en inútil pataleo, sí que hace).

En fin, que ajo y agua y hasta la próxima... donde no seremos TAN benévolos.”