“Segundo partido del Carrusel Deportivo y segundo ridículo en público, esta vez bajo una intensa lluvia. La primera parte comenzó con los extrepitosos fallos de Paco Gonzalez intentando atrapar esa cosa redonda que algunos llaman balón. Pepe Domingo Castaño volvió a ser el del partido anterior y, pese al apoyo de sus compañeros, siguió sin dar pie con bola. Se volvió a encomendar a la diosa de las calaveras para establecer un nuevo record. Y este si, creemos que es dificil de batir, aunque conociendole... .Eso si, al final de la primera parte una de sus muchas ramas golpeó, por efecto del viento, a un joven elfo el cual tuvo que ser asistido por los médicos. A pesar de que estuvo lloviendo todo el partido el pobre hombre sigue sin crecer, habrá que darle Solán de Cabras a ver si así... .
La primera parte acabó con un desalentador 0-3 y demostrando que el equipo de Carrusel Deportivo puede encajar muchos más goles que el Osasuna cuando se lo propone. Fué entonces cuando Paco Barrero decidió pasarse por la zona de TD del rival a ver lo que sucedía y... sorpresa!. El público comenzó a corear su nombre, lo que no le pareció mal, así que decidió volver por allí para ver si había sido casualidad y... sorpresa!. Otra vez que coreaban su nombre. Entonces llegó el orgulloso de Ponsetti y, como no puede ser menos que nadie, pues hizo lo mismo, esta vez sobre la bocina. Ahora el público si que se volvió loco. El partido terminó con empate y con Barrero y Ponsetti enzarzados por la posesión de la pelota. ”
La primera parte acabó con un desalentador 0-3 y demostrando que el equipo de Carrusel Deportivo puede encajar muchos más goles que el Osasuna cuando se lo propone. Fué entonces cuando Paco Barrero decidió pasarse por la zona de TD del rival a ver lo que sucedía y... sorpresa!. El público comenzó a corear su nombre, lo que no le pareció mal, así que decidió volver por allí para ver si había sido casualidad y... sorpresa!. Otra vez que coreaban su nombre. Entonces llegó el orgulloso de Ponsetti y, como no puede ser menos que nadie, pues hizo lo mismo, esta vez sobre la bocina. Ahora el público si que se volvió loco. El partido terminó con empate y con Barrero y Ponsetti enzarzados por la posesión de la pelota. ”