El menor de los hermanos Raton. Es una vieja gloria que un día formó parte del grupo conocido como "Los amos del balón". La droga y numerosas lesiones le han llevado a la degradación de tener que jugar el "La Presa", donde busca cada día el reconocimiento de la afición añorando tiempos mejores.

Hubo un tiempo en que las puertas del Palace y el Ritz se abría a su paso. Rodrigo, el mayor de los hermanos Raton, fue un importante figura política en la escena ratonil conservadora. Sus virguerías con los presupuestos eran legendarias. Robar robaba como todos, pero algo turbio debió de hacer a los jefazos, porque de la noche a la mañana terminó en el arroyo y tuvo que ser rescatado por su hermano, que le metio enchufado en el equipo. Se apuesta fuerte a que no dura tres partidos.

Rata sabia y vieja, pero aun veloz. Te la lía cuando menos te lo esperas, aunque empieza a tener los huesos frágiles.

Antiguo ídolo infantil, cuando le salieron patas de gallo y perdió su mochila terminó dedicándose a la industria del porno zoofílico y la prostitución. Buscando una vida más llevadera se enroló en "La Presa" para debutar esta temporada. Se comenta que ha sido un error por su parte, las probabilidades de terminar sodomizada son aquí incluso mayores.

Su identidad fue suplantada hace tiempo por un advenedizo más joven, un tal Simba. Ese bastardo le quitó todo lo que tenía, ahora rumia y rumia su odio y resentimiento contra todo lo que le rodea. Es inestable y descerebrado.

Un tipo admirado hasta la catarsis por la hinchada de La Presa. Se hizo famoso cuando a los insultos prepotentes proferidos por los aficionados Altos Elfos en referencia a su cuestionable higiene personal, Porco respondió con un memorable: "Prefiero ser un cerdo que un fascista".

Antiguo médico de la escuadra, fue relevado de su puesto al comprobarse que ejercía la medicina sin titulación ni estar colegiado. En realidad se veía ya venir a mitad de temporada, cuando todos los jugadores a su cargo habían empeorado la tirada de heridas sufrida en el campo. Seguramente por eso el público le tiene tanto cariño. Cuando sale al campo la grada grita "¡Hola doctor Nick!" y este responde con gracia y acento extranjero.

Back in the 90s he was in a very famous TV show. Ahora es un despojo borracho y adicto a los tranquilizantes. Es asiduo de programas del corazón y tabloides amarillentos. Su descenso a los infiernos está siendo fulgurante y televisado. La mayoría se apostaría un brazo a que pronto solo va a poder jugar cuesta abajo.