Con 5 bajas en 15 partidos, Reselma Neumann es, sin duda, el jugador más violento del equipo. Es un especialista defendiendo, casi siempre con más agresividad de la necesaria, no obstante en ataque se desenvuelve bien, anotando ocasionalmente algún touchdown. Se le considera el jugador estrella del equipo, es todo un profesional que vive únicamente para el Blood Bowl y que rara vez comete errores sobre el terreno de juego.
Ocasionalmente se pierde algún partido debido a una lesión en la espalda de la que no acaba nunca de recuperarse.

Jurich Kraun tiene el honor de haber conseguido el primer touchdown de la historia del equipo. Muchos creen que este jugador tiene la sangre fria; no le importa en absoluto estar rodeado de cualquier tipo de criatura, él es capaz de coger cualquier pase.
Durante uno de sus primeros partidos sufrió una lesión de rodilla que aún arrastra.

Aunque perdió un ojo y se ganó el apodo de "El Tuerto", Payloom sigue siendo el capitán de este equipo. Es capaz de infundir valentía y coraje a los que le rodean, es un auténtico líder. Cuando él está sobre el terreno de juego el equipo da la sensación de jugar mejor.
Algunos piensan que le iría mejor si se dedicara a ser el entrenador o a dirigir ejércitos, ya que a parte de eso no tiene ninguna habilidad especial para el Blood Bowl.

En Middenheim empezaban a cansarse de que su equipo no hiciera más que recibir golpes, así que el dueño de los Bulls decidió contratar a Kodish.
Este enorme ogro se lo pasa en grande repartiendo golpes en el campo, y normalmente no se dedica a nada más, principalmente por su escasa inteligencia, que es la responsable de que las tácticas y la mayoría de las reglas del juego escapen a su comprensión.
En el partido contra el equipo de enanos <b>Viva la Birra</b>, el balón cayó accidentalmente en sus manos. Costó un buen rato explicarle que debía correr hacia la zona de touchdown, ya que se negaba a entregar el balón, cuando al fin lo entendió, no hubo nadie que pudiera detenerlo.