Yo... soy... El Maestro...

Jugador tremendamente ágil, si bien ama la gresca un pelo más de lo que en un elfo sería deseable. Augurámosle un futuro incierto y lleno de contusiones.

Jugador de conjunto. En la línea del espíritu del equipo, no se preocupa por su seguridad sino por la de sus compañeros. Le auguramos aciagos días en el hospital.

Lo cortés no quita lo valiente, ni la amistad un buen bloqueo. Sobre todo si la amistad no es para con el contrario.

Su cintura de avispa le da ese pequeño margen necesario para escapar de sus perseguidores. Espíritu recio, aguantará casi cualquier embate con sus felinos reflejos.

Tremendamente ágil, nunca sabes por dónde te llega.

Pasador con manos de cirujano. Siempre que no haya que agacharse a por la bola antes, claro, eso es algo demasiado bajo para esforzarse.

Alguien tiene que agacharse a por la bola, y ese puede ser él. Un alto elfo que mira hacia abajo y por los demás.